En resumidas cuentas, el New Age comercializa lo irracional y lo nocivo para el alma humana y lo vende garantizando la transformación del consumidor.
Pocos campos se han visto tan susceptibles a la manipulación del New Age como la psicología y la biología. A partir de la investigaciones del padre del psicoanálisis, Sigmund Freud (1856-1939) y las teorías del ‘inconsciente colectivo’ y de los arquetipos de su discípulo Carl Gustav Jung (1875 - 1961), ha habido una sucesión muy variada de corrientes en la psicología que se relacionan en mayor o menor grado con las ideas y las terapias del New Age. En particular la así llamada psicología transpersonal, fundada por el psicólogo italiano Roberto Assagioli (1888-1974), pretende ir más allá de la experiencia psíquica del individuo en búsqueda de una conciencia colectiva superior que sería la puerta al descubrimiento de un ‘principio divino’ que yace en el fondo de todo ser humano. De ahí nacen una multitud de técnicas típicas del New Age: el biofeedback, el hipnosis, el rebirthing, la terapia Gestalt y la provocación de estados alterados de consciencia, inclusive con el uso de drogas alucinógenas.
La característica más preocupante del New Age, fruto del conjunto de sus creencias, es el relativismo religioso, espiritual y moral. La meta final del New Age es introducir al hombre a lo que llaman sus ideólogos un nuevo paradigma, es decir, una forma totalmente diversa de verse a sí mismo y de percibir la realidad. Según eso, el hombre, para realizarse plenamente y transformar su mundo tendrá que darse cuenta de que él es parte de un ser cósmico, único, que está en plena evolución hacia la conciencia perfecta de sí.
La conciencia humana, a pesar de su aparente individualidad, no es más que el penúltimo estado evolutivo de la revelación de la conciencia cósmica. El destino último del hombre no es una salvación liberadora de su naturaleza caída, sino el disolverse en el anónimo océano del ser como una gota de agua.
El New Age quisiera convencernos de que “las cosas como las vemos ahora” (cultura, conocimientos, relaciones familiares, vida, muerte, amistades, sufrimientos, pecado, bondad, etc...) son mera ilusión, producto de una conciencia no-iluminada. El paso de la afirmación de que ‘todo es dios’ a la afirmación de que ‘no hay ningún dios fuera de ti mismo’ es pequeño y el New Age lo da con aires de auto-suficiencia.
http://es.catholic.net/psicologoscatolicos/706/2150/articulo.php?id=19371
6.10.09
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